CIENCIAS SOCIALES- 29 DE OCTUBRE
UNIDAD N°4
MINERÍA Y COMERCIO COLONIAL
Después de
vencer a los grandes imperios indígenas, los españoles comenzaron a instalarse,
a fundar ciudades y a imponer su dominio en tierras americanas. Para
administrar este enorme territorio hizo falta también nombrar autoridades,
organizar el comercio…un proceso complejo que vas a conocer en esta unidad.
En sus
comienzos, Buenos Aires era una pequeña aldea muy pobre. En cambio, Potosí era
una ciudad que se destacaba por su belleza y riqueza. Allí había minas de plata
con las que se enriquecieron los gobiernos de España. En el trabajo en las
minas murieron muchos indígenas y esclavos africanos.
En esta unidad también
encontrarás las respuestas a estos interrogantes?
¿Cómo era
Potosí y cómo se extraía la plata? ¿Dónde se producían alimentos, vestimentas y
otros bienes para los habitantes? ¿Cómo reaccionaron los indígenas ante los
trabajas que les exigieron los españoles? ¿Por qué hubo que traer esclavos
desde África?
1) Observá las ilustraciones y leé los textos, con atención.
La plata, la riqueza más preciada
Hacia 1570, la conquista española de los territorios encontrados por Colón en 1492 había terminado.
Los españoles seguían en busca de metales preciosos. En el Perú se encontró el principal yacimiento de plata de la época colonial :el cerro Rico, en Potosí, en la actual Bolivia. la plata se extraía mediante el trabajo obligatorio y forzoso de miles de indígenas. Este sistema de trabajo indígena se llamaba mita. ¿ En qué consistía la mita? Los españoles obligaban a los indígenas que vivían próximos a los yacimientos mineros a migrar anualmente a la mina para trabajar por turnos a cambio de un pago. Cuando estos trabajadores forzados no eran suficientes, los españoles contrataban indígenas por un salario.
El trabajo en las minas
El trabajo en las minas era terrible. En Potosí, las bajas temperaturas eran constantes todo el año. A ellas se sumaban el frío y la humedad de los túneles de las minas, que provocaban frecuentes pulmonías a los indígenas que trabajaban allí. Muchos morían a causa de la dureza del trabajo y otros preferían escapar de sus pueblos para no enfrentarse con las tareas de la mita.
Un sacerdote, el padre Calacancha, decía que morían diez indios por cada moneda que sacaban. Otro sacerdote, Fray Domingo de Santo Tomás, calificaba a la mina como la "boca del infierno"
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