jueves, 20 de agosto de 2020

CIENCIAS SOCIALES- 20 DE AGOSTO

 

SOCIEDADES INDÍGENAS

EL ENCUENTRO ENTRE LOS EUROPEOS Y LAS SOCIEDADES INDÍGENAS AMERICANAS

Para saber cómo fue el encuentro entre los aborígenes americanos que vivían en el área del Rio de la Plata y los conquistadores europeos, vamos a leer algunos fragmentos de una crónica que escribió Ulrico Schmidel, un europeo que viajó con la expedición de Pedro de Mendoza. En sus crónicas, cuenta lo que ve con sus ojos de europeo en este lugar completamente desconocido para ellos. Verán, en el lenguaje y en las palabras, cosas que les van a llamar la atención. No son errores: el idioma español que hablaban y escribían los europeos en ese momento era así. 


Capítulo VI Los charrúa 

Navegamos al Río de la Plata donde deja de ser mar. Arribamos a una bahía y allí largamos las anclas de nuestros catorce navíos. Nos encontramos con un pueblo de indios llamados charrúas que tenía unos 2000 hombres y que no tenían más que pescado y carne para comer. Al llegar nosotros abandonaron el pueblo con mujeres e hijos. Esta nación de indios se anda en cueros vivos. Las mujeres se tapan con un paño de algodón que les cubre desde el ombligo hasta la rodilla

Capítulo VII La ciudad de Buenos aires y los indios querandí

 Levantamos una ciudad que se llamó Buenos Ayres. En esta tierra dimos también con un pueblo en que estaba una nación de indios llamados carendies como de 2000 hombres con las mujeres e hihos. Nos trajeron de comer carne y pescado. Estos carendíes no tienen habitaciones propias sino que dan vueltas a la tierra como los gitanos en nuestro país. Y cuando viajan en verano suelen andar más de 30 millas por tierras sin hallar una gota de agua que poder beber. Si logran cazar ciervos entonces se beben la sangre o comen raíces para combatir la sed. Nuestro general Pedro Mendoza envió a un alcalde Juan Pavón con dos jinetes para que se acercara al sitio de los carendíes que estaban a cuatro millas de nuestro real. Y cuando llegaron les sucedió que salieron los tres bien escarmentados teniendo que volver enseguida. Cuando Pedro Mendoza supo del hecho envió a su hermano Diego con 300 soldados y 30 jinetes bien pertrechados. Yo iba con ellos. Teníamos orden de apresar o matar a todos estos indios carendíes y apoderarnos de su pueblo. Pero cuando nos acercamos a ellos había ya 4000 hombres porque habían reunido a sus amigos. 

Capítulo VIII La batalla con los indios querandí 

Se defendieron con mucho brío. Mataron a nuestro capitán don Diego Mendoza y con él a 6 hidalgos de a pie y de a caballo. De los nuestros cayeron unos 20 y de los de ellos como mil. Estos carendíes usan para la pelea arcos y unas flechas con punta. También emplean unas bolas de piedra atadas a un cordel largo del tamaño de las bolas de plomo que usamos en Alemania. Con estas bolas enriedan las patas del caballo cuando lo corren y lo hacen caer. Con esas bolas mataron a nuestro capitán y a los hidalgos. Lo ví yo con los ojos de esta cara. Así pues Dios que todo lo puede nos dio el triunfo y tomar el pueblo pero no pudimos apresar a uno solo de aquellos indios porque sus mujeres e hijos ya habían escapado antes de que entremos. Dejamos 100 de nuestros hombres en el pueblo para que pescaran con las redes de los indios y nos consiguieran alimento.

 Capítulos VI, VII y VIII de la Crónica Viaje al Río de la Plata escrita por el conquistador e integrante de la expedición de Pedro de Mendoza, Ulrico Schmidl (1567)


.Luego de la lectura,  escriban las expresiones o las palabras que les llamaron la atención y, si pueden, también cómo se expresaría lo mismo actualmente. 

La semana que viene volveremos a trabajar con estas crónicas

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